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lunes, 25 de agosto de 2014

Is hard to say goodbye.

El gélido invierno se acerca callando entre los árboles. Nos acaricia con el aire de las mañanas frías de otoño. Nos recuerda que siempre estuvo ahí, que nunca desaparecerá. 
Las horas frente a la ventana parecen largas mientras vemos pasar al tiempo y, a veces, nos lanza un beso.
"El verano" susurran - "Se ha marchado para siempre". 
Las lágrimas de las estrellas brillan en lo profundo del cielo esta noche. Los días se hacen cortos y la luz escapa apresurada de los días azules.  
En mi cabeza las cosas no han cambiado nunca; Seguimos sentados a la orilla de un cálido atardecer lleno de sueños que nos envuelven con esperanza y hacen que siga aquí, sentada frente a la ventana, pidiéndote que no se pierda nunca la costumbre de mirarnos fijamente hasta que uno de los dos se ría. Asegurandote que desde hoy, todo lo que haga, será para nuestro futuro juntos. 


viernes, 20 de junio de 2014

Home

Me gustaría volver a pasado para volver a revivir la época en la que era feliz y no lo sabía. Justo en ese momento me doy cuenta de que da igual lo que pase con mi cuerpo. Que bien podría estar completamente limpio a estar lleno de cicatrices porque hace mucho tiempo deje que la soledad se metiese en mi cabeza y en mis pensamientos. Me da miedo que las heridas sanen y que las cicatrices desaparezcan porque he pasado tanto tiempo con ellas que ya las siento como parte de mi y simplemente no sabría que hacer sí mi piel dejase de contar historias y las miradas empezasen a posarse en mi. No sabría reaccionar porque siempre vivo en las sombras. Lo único que sé es mirar a los ojos a las personas que me hieren y sonreírles demostrándoles que soy más fuerte de lo que ellos creen aún cuando por dentro sientes cómo un bisturí corta trozos de tu piel y la sangre empieza a fluir por tus heridas. 

viernes, 6 de junio de 2014

Esperaría cien vidas, por caminar una contigo.

Cerré los ojos porque no quería sentir otra cosa que no fuesen sus besos. Abrí la puerta y deje ir a todas aquellas preguntas que nunca supe responder. El viento pareció acariciar mi cara con una suave brisa. De lejos se oían las olas rompiendo bajo el atardecer casi consumido por la infinita oscuridad de la noche y, derepente, abrí los ojos y se fue. No supe que decir aunque sabía muy bien que no era necesario decir nada. Tenía miedo a estropearlo de algún modo. Se había ido. 
Abracé mi cuerpo con la chaqueta de lana vieja y respiré tan hondo que todavía puedo sentir las cenizas de aquel aire en mis pulmones. El frío parecía haberse escondido detrás de los árboles, pero aquel aire hacia que se me pusiesen los pelos de gallina. 
En la radio dijeron que volvería a llover aquella noche. Pero la lluvia nunca volvió. Tampoco él. 
 Llegó el verano acompañado de ese ambiente soleado que me levanta dolor de cabeza. Salí a la playa y moje mis pies en la orilla. La sal hervía en las heridas que nunca llegaron a desaparecer del todo. Las cicatrices siguen ahí. Aquí. Las acaricio y vienen a mi cabeza recuerdos que quizá he olvidado, y memorias que quise olvidar y todavía recuerdo. 

domingo, 1 de junio de 2014

California here we come.

Hola Junio. ¿Qué tal fue todo por allí? Aquí llegaron las nevadas y los vientos acompañados de las ganas de tomar chocolate caliente en la taza que trajimos de recuerdo de aquel bar. Casi creo haber olvidado tus playas cristalinas y aquel vals sobre la arena que nos hizo bailar hasta enamorarnos de aquel atardecer inundado de caricias sin secretos. Quizá sea demasiado pronto para olvidar. Quizá nunca vallamos a hacerlo.
He estado fuera de casa por un tiempo. He recorrido parques, valles y ríos infinitos. He visitado museos, azoteas y, también otras playas. He aprendido a volar de nuevo. Y, ahora, cuando casi creía haber olvidado todo, llegas otra vez, con tu calor que hace que me sonroje cada vez que me pide un beso.
Ya noto el sol abrasando las carreteras de la ciudad y nuestros pies descalzos sobre el paseo de baldosas estrelladas jugando a ser alguno de esos nombres.
Quiero que el agua de tu orilla moje nuestros talones. Quiero que la noche no acabe hasta que no salga el sol de la siguiente mañana y que las risas sean infinitas, como el olor a arena mojada que llegará hasta el apartamento en el que nos alojaremos, compartiendo cama con la locura y mesa con las personas que nunca van a dejarte ir aunque el verano acabe. Porque siempre volverán a buscarte.


viernes, 23 de mayo de 2014

Comptine d'un autre été l'après midi

Camino por los pasillos vacíos de sueños. Vacíos de esperanza, del eco de tu risa, de mis carcajadas...
Camino por los pasillos llenos de dolor, de pena, de llanto... 
Camino por los pasillos de paredes pintadas de gris y a veces negro. Sin luces, ni velas... Sin mapas de instrucciones ni fechas de retirada. 
Camino por los pasillos estrechos de esta vida que se que he elegido. Pero es que a veces somos tan tontos... Nos equivocamos y, bueno, dicen que es fácil remendar las cosas por eso de que nunca es tarde y, aún así, nada cambia. Nada pasa. Todo se queda.
He visto el mismo extintor un millón de veces porque conozco esto de memoria. Cada recoveco, cada baldosa suelta, cada agujero en la pared... 
Camino por los pasillos y me resbalo con en recuerdo. Veo por las ventanas gente que se ama, como nosotros. Gente de la mano en aquel parque. En esos columpios. En esa barca...  Veo coches, aviones y trenes que se alejan de la ciudad. Veo mares infinitos. Cielos infinitos. Horizontes infinitos. 
Pero, eso es sólo porque no podemos ver el final. Porque no queremos ver el final. Nos gusta esta puesta de sol y no queremos que acabe nunca. Hacemos una foto, la guardamos en el bolsillo y seguimos mirando. Siempre seguiremos mirando. 
Camino por los pasillos muerta de envidia. De miedo. De dolor. De angustia. 
Temo cuando me hablas porque quizá digas algo que pueda hacerme más daño. Algo que me diga que estas arrepentido y que lo has pensado mejor. Que ya no estas seguro que querer seguir así. Sentados en aquel sofá donde tus planes eran llevarme contigo al fin del mundo. 
Temo cansarme de esperarte, porque he de decirte que mis piernas empiezan a resistirse. No soportan pasear más por este suelo. 
Yo también creía que nunca sería tarde pero... 
Camino por estos pasillos vacíos de ti, llenos de soledad, sin ningún conmigo. Sacó la foto del bolsillo y esta arrugada pero yo la estiro y vuelvo a guardarla. Coloco recto el extintor de la pared pintada de gris y sigo caminando. Firme. Sin pararme. Sin más caídas, ni desmayos. Sin más lo sientos, ni volvamos. 

viernes, 16 de mayo de 2014

Juguemos a conocernos de nuevo.

Hace un tiempo mis días se quedaron vacíos. Todo lo que hacia, decía o pensaba, tenía que ver contigo. Y, desde el momento en el que todo cambio; desde el momento en el que mi rutina, mi día a día, dejo de consistir en hablarte/pensarte, ya no soy la misma. Ni sí quiera soy la que era antes de conocerte. No se quien soy. Me miro al espejo y me veo reflejada, me reconozco, pero, esas lágrimas no me pertenecen a mi. Son todas tuyas. Yo no las quiero. Son un peso que no puedo soportar. Tu siempre fuiste el fuerte, el que podía con todo. Por eso quiero regalarte todos los versos que escribo, mis miradas pérdidas, mi insomnio, mis ganas de volver a verte, mis palabras, los besos que nunca más podré darte, y esas lágrimas dichosas de ser libres.  
Ahora sé que no hace falta tener frío para querer un abrazo tuyo; que la vida nos sirve la sopa fría y la limonada caliente. Que nosotros tenemos que aprender a nacer, a respirar y a vivir por nosotros mismos. Y alguien me ha dicho que sí nuestro corazón sigue latiendo siempre habrá un tiempo para que todo lo demás vuelva a ser perfecto. El perfecto que descubrimos. Juntos. Porque, ahora sé que prefiero pelear mil millones cuatrocientas mil diez veces contigo, antes que estar sin ti. 

domingo, 27 de abril de 2014

Nyctophilia.

Hoy no es una noche muy estrellada. Más bien las nubes cubren la mayor parte de este pedazo de cielo. 
Cada vez que respiró, tengo la sensación de que se me acaba la vida; echa de esa marca de tabaco tan fuerte que siempre me hace toser. Le doy una calada hasta que siento mis pulmones repletos del humo que me mata, como veneno, cada día un poco; hasta consumirla casi por completo.. Y a pesar de saber que esa marca siempre me hace toser, sigo obsesionada con tener que conseguir fumar siempre de los mismos pitillos. 
Y lo que parecía eterno, se fue a la mierda en un expiro. El humo se mezcló con el aire y, hoy, con estas espantosas nubes que ya no dejan ver que sigue habiendo un precioso cielo lleno de estrellas al otro lado.  Todo se fue a la mierda de un día para otro. Ya ni sí quiera somos...,tan sólo fuimos. (Maldito el tiempo que todo lo rompe.)
Éramos dos; como olas estampándose contra las rocas. 
Ahora estoy sola, esperando ese "vuelve, te echo de menos." A pesar de saber que no va a llegar nunca -vuelvo a darle otra calada a la vida- y de repente llega el otoño gris, y la lluvia se apodera de mis ojos. 
Pero dime, ¿qué le vamos a decir al mundo de eternidad, sí para el solo vivimos un día?


martes, 15 de abril de 2014

Take me away from here.

Cerré los ojos y le pedí un favor al viento: llévate todo lo que no sea necesario. Estoy cansada de equipajes pesados que no me dejan avanzar. De ahora en adelante sólo quiero llevar lo que quepa en mi bolsillo y en mi corazón, con la esperanza de que me abriguen esas pequeñas casualidades que nos cambian la vida. 
Ya he aprendido a irme y no volver. Aunque a veces echo la vista atrás y cuando no puedo dormir miro la parte vacía de mi cama y pienso en las cosas que te diría sí estuvieras a mi lado. Ahora te dedico lágrimas, algunas sonrisas y cientos de cartas sin sello con miles de palabras sin sentido que nunca leerás. 
Pero, ya sabes como es la vida, todo puede cambiar de la noche a la mañana. Nosotros quisimos ser tanto que se nos olvidó ser algo. Se nos olvidó el por qué. El por qué de todo. De nuestras rarezas, de nuestras risas, de nuestros besos con lengua, de mi miedo a la oscuridad o de tus manías tontas. Nos dejo de importar el por qué y nos olvidamos de todo. De cómo querer o de como seguir. Nos equivocamos de mapa y se nos olvidó el camino... 

domingo, 9 de febrero de 2014

Alguna vez creí saber donde iban las palabras que el viento se llevaba.

En algún lugar, entre sus ojos y su sonrisa, me enamore de él. Tenía tantas ganas de decirle tantas cosas, pero a la vez de mantener protegidas todas esas palabras que guardaba dentro. Pero es tan ausente y presente siempre... Y aquí sigo, robando oportunidades para hablarle.
A veces siento que la lluvia me habla. Quizá sea por eso por lo que me encanten los días como hoy. Donde las nubes lo tapan todo, incluso las preocupaciones. Me habría gustado que nos hubiésemos conocido en otra vida. Lejos de esta averiada realidad. Llena de hielo y vacía de ti. 
Hace un tiempo volví a preguntarme si, este donde este, piensa en mi.
Aquí las cosas no han cambiado mucho desde que decidió marcharse. Todo sigue igual. Camino por las mismas calles y utilizo el mismo perfume que tanto le gustaba. Quizá ya no recuerde cómo era. Deseo tanto que pudiese olerlo ahora. Aquí. Conmigo. Quizá ya no recuerde el camino de vuelta. Ya sabes... Aquí las cosas no han cambiado mucho desde qe decidió marcharse. Camino por las mismas calles y sigo creyendo que algún día, aparecerá de nuevo por esa puerta. 

 

lunes, 3 de febrero de 2014

I can't wait for thuesday.

--""Otro fin de semana fallece entre mis manos y nunca podré hacer nada para que vuelva. Aunque en realidad la verdadera batalla está aquí mismo. En mi cabeza, en donde muchas cosas me dicen que perderé; en dónde sólo yo sé como sigo en pie. A veces sería bueno sí pudiésemos meter todo el dolor en un sobré y devolverlo al remitente. Y... ¿Sabes? He aprendido que los amores, pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche. Que los grandes amigos pueden convertirse en grandes desconocidos y, que por el contrario un desconocido puede convertirse en alguien inseparable. Que el "nunca más" nunca se cumple y que el "para siempre" siempre termina. Que el que arriesga no pierde nada y el que no arriesga, no gana. Que sí quieres a una persona, búscala, mañana será tarde. Que el sentir dolor el inevitable, pero sufrir es opcional. Y sobre todo he aprendido que no sirve de nada seguir negando lo evidente. Y, no te propongo una vida entera. No sí quiera te propongo una vida. Yo sólo quiero que pasen los días y tu sigas siendo el tesoro que nunca antes tuve. Pero las cosas no son tan fáciles y menos sí en el día se reducen las horas, los minutos y los segundos. A parte, nosotros sabemos muy bien lo que significa que llueva en contra de nuestra causa. 
Te garantizo que habrá épocas difíciles, y que en algún momento alguno de los dos o los dos querremos dejarlo, pero también te garantizo que sí no te pido que seas mío, que me beses y que te quedes me arrepentiré siempre , porque perderte sería como quedarme sin vida y quedarse sin vida estando viva es lo peor que te puede pasar. ""--




martes, 28 de enero de 2014

¿Quienes son ellos para juzgar la vida?

``Ella es la típica chica que siempre lleva el mismo peinado al colegio. La que si le dicen algo malo se ríe y hace como que no le importa, pero en realidad le duele.
Sabe que no es íntima amante del maquillaje, que se mira al espejo y se siente fea en comparación de las otras chicas... que ninguna foto suya termina de convencerla, que tiene un amor a kilómetros de donde vive, que le gusta expresar sus sentimientos escribiendo y que no esta sola en el mundo, pero tampoco mucha gente la quiere. ´´
¿Quienes son ellos para juzgar la vida?


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