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miércoles, 24 de abril de 2013

Be free.

Hace dos horas decidí pensar en el pasado de una forma diferente. En algo como una forma de no volver a hacer las cosas. Ha sido divertido. He descubierto pensamientos en mi cabeza que creí desaparecidos. He destruido muchos otros por el simple echo de que ocupaban una memoria que utilizare en un nuevo momento junto a una persona que realmente se merezca ese espacio en mi.

domingo, 14 de abril de 2013

La vida no es perfecta, pero tiene momentos que si lo son.

A veces me pregunto si tu también  sonríes cuando hablas de mí. Si te sonrojas, o si te vuelves torpe. A veces cuando menos lo esperas, las cosas buenas suceden. A veces hay que cerrar algunas puertas, no por orgullo, sino porque ya no te llevan a ninguna parte. A veces no es tan facil como parece. A veces no es tsn dificil.
El amor no es como lo pintan, ni como lo cantan, ni como lo escriben. Es como lo sientes. Como un beso de esos que dicen: "Eres todo lo que había estado esperando". Como ese recuerdo que siempre nos llenará los ojos de lágrimas.

"Todo el mundo quiere felicidad con dolor, pero no se puede tener un arco iris sin un poco de lluvia."

domingo, 7 de abril de 2013

La esperanza es la mejor arma que las personas tenemos contra los destructores de sueños. Los que día a día te repiten que nunca podras lograrlo, que es imposible, que ya pasó tu triunfo. Los que deshacen la cama una y otra vez para llenar sus vidas. Los que sin el llanto de alguien no serían nadie. Los que pretenden hacernos olvidarnos de las columnas de la vida. Pero nunca es tarde para mirar a atras y plantarle cara al miedo de perderlo todo por una mala jugada. Ya es hora de dejar atras la posivilidad de no poder ser quien siempre quisimos. Jamás dejes que alguien condicione tu vida ni la arrugue como una hoja de papel; de eso ya se encargará el tiempo que perdiste.

sábado, 6 de abril de 2013

Construimos nuestras vidas con un material soluble que cada día se hacía más fuerte. Alrededor de la casa de campo de alejada de aquella lejana ciudad. Crecía como el almendro que juntos plantamos en el jardín de casa. Solíamos pasar las tardes de lluvia pegados a la ventana, observando escurrirse las gotas por el doble cristal, eufóricas. Leíamos libros de incomparables romances felices de tener uno tan real. Creíamos en los cuentos de hadas y en los finales felices. En los flechazos, y en que todo tiene su parte buena. Vivímos al margen del mundo. Sin frenos, ni embragues, ni palancas de cambios. Nunca nos cansamos de estar juntos. Hasta que llegó el día en el que te marchaste, con una silenciosa melodía, sin decir adiós. Y ese material del que nuestro amor estaba compuesto, cayó al suelo haciéndose pedazos sin piedad. Clabandose en mis pies cada vez que intentaba seguir mi camino. Recordandome a cada paso que no te olvidaría nunca.
Hoy, he decidido entretenerme. He salido a la calle y he podado un poco el Almendro del jardín. Me he sentado en la silla de madera blanca que te gustaba tanto; colocada en esa parte del porche en la que siempre hace sombra. Me he sentado a ver la lluvia caer desde otro punto de vista. Me he dado cuenta de que caen y luego se golpean contra el suelo desapareciendo entre el resto como todas las lágrimas que he derramado por ti. Me he dado cuenta, de que todo tiene una vida que algún día debe acabarse. De que nada, excepto este amor, durará eternamente.

Bésame como si no existiese un mañana.

Me paso la vida en esta habitación. Observando las paredes como si fueran diamantes prematrimoniales. Soñando con el día de mi graduación, con el de mi boda, con nuestra luna de miel en Hawai, e incluso, con el primer día de guardería de nuestro hijo.
Sueño con el que será el amor de mi vida, con la cafetería de París en la que intercambiaremos, por primera vez, miradas. Con volver a oir tu nombre al otro lado de la orilla, con sentir de nuevo, tu aliento en mi pecho. Con decirte al oido, "Te quiero".

jueves, 4 de abril de 2013

I just want to fly away from here.

¿Sabeis? a veces me gustaría responderle "adiós" a sus mensajes. A sus llamadas. A sus "buenos días princesa". Un "adiós" lleno de rencor y rabia que creará un sentimiento de odio empujándome a querele todavía más. Un "adiós" equívoco que terminará en otro intento fallido para dejarle de pensar. Un "adiós" enfermizo que hara que mi dependencia de él aumente cada instante. Una despedida como en cualquier otra ruptura de un nada, sin sus "seguiremos siendo amigos", "espero que seas feliz", "te echaré de menos".